Y ahora que escribir… no tengo hermosas palabras para engalanar
al dolor, quizas es la adustez que tiene mi alma que no me deja ver
el color en el magestuoso arcoiris.
Me pregunto por qué la afable felicidad pasa con tanto afán por
mi lado. No debería irse de mi lado con tanta ligereza.
No quiere vivir en profunda agonía , ni que diga la multitud
» Que mal que el sufrimiento agostó su alegría innata»
Hoy en mi mente pasean recuerdos agridulces como nubes
vagabundas entre los valles y llanuras.
Espero en esta oscuridad salgas tú como la luna a brillar
y puedas darle un rayo de luz a esta vida en tinieblas perdida
entre la neblina.